Antes que nada aclaro que no soy pesimista ni anti-selección, los que me conocen saben que apoyo a la selección gane o pierda (aunque claro no significa que no haga comentarios en contra cuando lo amerita).
Aún así hago la advertencia: que a nadie sorprenda si Estados Unidos repite la hazaña de vencer a México en su primer encuentro en la hexagonal. Eriksson no tiene la culpa, para tal caso, ni los jugadores, sino aquellos que no apoyan a la selección ofreciendo flexibilidad para las concentraciones de los jugadores.
¿A qué viene todo esto? La selección de Estados Unidos inició su concentración el 4 de enero, primero para su partido amistoso ante Suecia del 24 de enero y luego para el encuentro ante México el 11 de febrero. Aclaro que la temporada de la MLS ahora está en receso. Ambas selecciones llegarán con buena condición; la balanza se inclina hacia los estadounidenses por el trabajo en conjunto, y hacia los mexicanos en cuanto a condición por tener liga en ese momento. Los del Tri se concentrarán dos días antes para el encuentro, también ante Suecia, y luego semana y media antes de enfrentar a los de las barras y las estrellas (de visitantes).
Estoy segura de que el futbol mexicano todavía es superior al estadounidense juzgando por el nivel de la liga y la historicidad de la escuadra tricolor. Aún así, creo que una de las debilidades de los jugadores es su poca adaptación a la hora de jugar como selección. Muchos pensaríamos que el acoplamiento sería fácil viendo que una base de jugadores se repite en cada convocatoria, pero aún así los errores son constantes, simplemente es un problema que sufren (¿como más se puede explicar que las selecciones de otros países se adapten tan fácilmente aunque sus jugadores también estén en diferentes países?).
¿A quien deberemos culpar si los partidos de la selección no están al nivel que sabemos poseen?
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